lunes, agosto 31, 2009

miércoles, agosto 19, 2009

Scrîptum interfectum tempus



Aburrimiento general, tiempo de sobra, como siempre, una vez mas escribo para matar el tiempo, distraer mi pensamiento y la mirada del la hora que no avanza y como quien no quiere la cosa, sentir menos el paso del tiempo que no volverá jamás. Mientras escribo estas letras, cuento cuanto me tarda lograr escribir una línea sin pausas, con bloqueos mentales, backspaces y la falta de inspiración del momento, aproximadamente lo hago en 35 segundos por lo cual, según mis estimaciones de pésimo matemático, lograre quemar estos 27 minutos que faltan para el inicio de mi próxima clase en aproximadamente unas 50 lineas mas, convengamos si es que sigo a este ritmo y si es que no se me agotan las palabras.

Esto son lo momentos en los que me siento toda una vieja parlanchina que puede hablar de cualquier verdura con su comadre de años por horas, es que: ¡hay hija!... ¡No sabes!, que inverbe de mi marido se fue a jugar fulbito con sus amigotes y de seguro que llega a media noche, es que esos innombrables lo sangran que da miedo oye, solo lo invitan para que pongan las chelas y ¡el muy panfilo bien que les hace caso! Y a su mujer que tan rico le cocina, ni una florcita de a luca le trae, ¿lo puedes creer?, ¡habrase visto comadre!

Pero bueno, volviendo al tema, ¿Cuál era el tema?, no tengo idea, volviendo a otro tema, han notado que, últimamente, ya nada nos espanta, no se si será la evolución cognoscitiva del ser humano que ya todo lo ha pasado y cada vez menos cosas nos asombran, o es que nos hemos vuelto seres resignados a que nuestra existencia en el mundo debe estar siempre acompañada por desgracia o por una serie de eventos desafortunados. Yo no quiero volverme ese ser, no quiero curtime de mugre, quiero todavía poder asombrarme por los que me rodea, poder decir wow de pronto, indignarme, alegrarme, sentirme afectado, ser ser humano, con sentimientos, sentimientos de sentir, sentir, quiero sentir.

martes, agosto 04, 2009

Somnolencia..


El reloj de la esquina inferior derecha de mi laptop muestra que son la 1:16 a.m. y muero de sueño. Sin embargo, una imperiosa necesidad de escribir que me desvela inundo mi pensamiento. Me tiro de panza en la cama y empiezo a escribir estas lineas. La oscuridad de mi habitación me invita a dormir, la suavidad de mi colchón Rosen King size me incita a abandonar estas lineas y mis ojos se han confabulado para hacer mas difícil aun esta tarea, cerrándose cada cuanto, haciéndose mas pesados y lagrimeando de cansancio. Creo que voy a sucumbir, muero de sueño y mi cuerpo se ha echo para dormir temprano, mañana me espera un largo día, mejor dicho hoy. Mas tarde. Cuando el sol aparezca. Si es que aparece, pues en Lima, lo estamos extrañando.